Lo que se pierde en el mar
Seguramente habéis visto por la tele el anuncio de los patitos de goma que cuenta la historia de cómo estos juguetes naufragaron un día de tormenta en el Pacífico para terminar apareciendo años más tarde en las costas de Escocia arrastrados por las corrientes marinas después de sobrevivir a las fauces de los tiburones o a los desgarros de las tormentas.
Pues bien, no se trata de una historia inventada por un par de creativos publicitarios sino que esta basada en un hecho real.
Quizás ya conozcáis la historia que hoy os cuento, pues se ha hecho eco a través de muchos blogs.
En enero de 1992, un barco zarpó de Hong Kong con un cargamento de patos (amarillos), tortugas (azules), ranas (verdes) y castores (rojos) de esos que se utilizan para entretener a los peques de la casa durante el baño. Una tormenta provocó la caída al mar de varios contenedores, con la consiguiente liberación de 29.000 de estos juguetes en las aguas del Océano Pacífico.
Al cabo de más de 11 años y varios miles de kilómetros, los científicos creen que los juguetes han seguido su camino hacia la costa occidental de Norteamérica, a través de las aguas heladas del Polo Norte, y ahora se encuentran descendiendo lentamente en su recorrido final por el Atlántico.
Este viaje ha servido para que dos científicos: Curtis Ebbesmeyer y James Ingraham recogieran cuidadosamente todos los avistamientos que los patos han tenido en los diferentes puntos de la costa mundial, lo que ha posibilitado alcanzar un mayor conocimiento de los flujos marinos y de la flotación de objetos tenido su aplicación práctica en la ciencia forense.
Según los cálculos de un simulador informático que se ha programado a partir de las observaciones de Ebbesmeyer e Ingraham, se espera que en breve algunos de los patos toquen tierra en las costas del norte de España y el sur de Gran Bretaña, no de forma masiva, pero sí lo suficientemente abundantes como para que se notifique a los científicos a través de su web.
Si alguno de vosotros avistáis en vuestras playas un patito de goma, u otro objeto de baño similar no dudéis en contribuir con la ciencia facilitando los datos del avistamiento por correo electrónico a Curtis Ebbesmeyer.
Aquí os dejo un listado variopinto de lo que ha estado flotando durante años por las costas del planeta:
1990: 80.000 zapatillas deportivas Nike, cayeron en la mitad del Pacífico norte.
1992: 29.000 patos, tortugas, ranas, ardillas de hule vertidos en la mitad del Pacífico.
1994: 34.000 guantes para hockey en el hielo cayeron del Hyundai Seattle.
1994: 20.000 sandalias cayeron en el Pacífico cerca de las costas de Hawai.
1996: 100.000 chanclas de caucho cayeron en el pacífico Sur durante una tormenta.
1997: 5 millones de piezas de Lego cayeron al Atlántico del carguero Tokio Express.
1997: 500.000 latas de cerveza cayeron al Pacífico de un carguero chino.
2002: 33.000 zapatillas deportivas Nike cayeron cerca de las costas de California.
En este otro video veréis los contenedores que han llegado la semana pasada a las costas gallegas llenos de impresoras y otras cuantas cosas. Cuanta mierda arrojamos al mar.
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